miércoles, 25 de junio de 2014

Depresión en las personas mayores

Cuando nos hacemos mayores, las razones para llegar a estar deprimidos parecen tan claras y son tan frecuentes que se suele pensar que es normal que las personas mayores se sientan deprimidas. Quizás el hecho de enfermedades crónicas, la perdida de amigos, la muerte de un pariente, el ya no tener tantas oportunidades para participar en actividades, deportes, etc. Puede ser causa para que el adulto mayor ya no se sienta tan feliz como antes; pues tiene esa sensación de pérdida de control sobre su vida, a esto sumándole, problemas con la visión, la audición y otros que afectan su estado físico y emocional.

El adulto mayor con estas razones mencionadas, puede experimentar una gran tristeza, apatía, aislamiento, malestar, soledad y baja autoestima.

Indudablemente, la clase de cosas que habitualmente asociamos con sentirnos deprimidos se hacen más frecuentes según envejecemos.

Existen pruebas de que estos cambios físicos, que son naturales, pueden aumentar el riesgo de que la persona mayor  se sienta deprimida. Estudios recientes sugieren que las bajas concentraciones de folato en la sangre y el sistema nervioso pueden contribuir a la depresión, el deterioro mental y la demencia. Asimismo, estos estudios arrojan que hay una probabilidad de que exista una relación entre la aparición de la depresión en la vejez y la enfermedad de Alzheimer.

Es natural el preguntarse por qué hemos desarrollado una enfermedad. Las personas deprimidas tienden a culparse a sí mismos, pero esto es generalmente porque la depresión nos hace ver las cosas desde una perspectiva negativa, pesimista y autocrítica. Generalmente existe más de una causa. Por eso mismo, el número de mortalidad de las personas mayores que tienen depresión y sentimientos de soledad es mayor que el de aquellos que están satisfechos y tranquilos con sus vidas.

Las personas mayores que tienes alguna enfermedad y que se encuentran en tratamiento, suelen tomar más tiempo de lo normal y su resultado es menos satisfactorio.

Importante mencionar, que muchas veces, estos sentimientos de desesperanza y soledad; puede conllevar a ideas suicidas, en especial a aquel adulto mayor con discapacidad o que se encuentra solo.
Con frecuencia, son los amigos o la familia quienes se dan cuenta del cambio. No se resista, acepte los signos que otros han percibido y prepárese para visitar a su médico de cabecera o, si no puede desplazarse a su centro de salud, solicite una visita domiciliaria de su médico. No es un signo de debilidad el solicitar ayuda. Con frecuencia, tener un miembro de la familia o un amigo presente puede tranquilizarle. Pida ayuda. No considere normal sentirse deprimido por el simple hecho de ser mayor.


Fuente: http://www.apa.org/centrodeapoyo/edad.aspx

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